Aunque inicias un nuevo proyecto con muchas esperanzas, al cabo de un tiempo te das cuenta de la apatía generalizada, solo los mas valientes y decididos caballeros te acompañan a la guerra en dos frentes, la guerra contra los enemigos de la civilización y la paz pero también contra la pereza y esa si que es contagiosa.
Tal vez quieren lo bueno o tal vez ni siquiera saben lo que quieren, no saben por donde empezar y apuesta el homo sapiens a que se va a equivocar, y como las apuestas son para ganarlas termina sucediendo.
Si un día por casualidad topa un triste mundano con el guerrero tal vez debiera hacerse parte de la casa y luchar por el bien de los pueblos del mundo, no obstante ya pudiera estar sin ojos que los grandes señores feudales acostumbran sacar a sus siervos.
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