Hoy muchos años después vivimos ante la oportunidad de deshacer esos errores, pero la triste realidad indica que finaliza un monopolio religioso solo para dar paso a otro mas radical y con técnicas comerciales y persuasivas mas depuradas.
No solo en ese aspecto, existen muchas vertientes en que parece que necesitamos miles de veces la lección para aprender que por ahí no es el camino, los mismos amigos, los mismos vicios, las mismas enfermedades, los mismo accidentes, la teoría de la regla, etc. Aunque nuestro instinto de supervivencia pudiera ser el causante creo que se debe imponer nuestra virtud de animal civilizado.
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